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jueves, 14 de septiembre de 2017

Sorolla, la mirada de un viajero


Sorolla .Autorretrato
Exposición "Tierra Adentro"



Si algo identifica la pintura de Sorolla es su trabajo al aire libre y en plena naturaleza. Los escenarios de luz intensa de las costas de Valencia y Levante son su referente más conocido;pensamos en Sorolla y enseguida nos vienen imágenes de paisajes pintados a la orilla del mar, vestidos blancos y luz cálida del Mediterráneo. Pero hay un Sorolla más "desconocido" que pinta "tierra adentro", son paisajes de enorme calidad e importancia: estos paisajes interiores sitúan a Sorolla en el contexto general de las inquietudes artísticas del realismo final y también de las corrientes intelectuales renovadoras de la Institución Libre de Enseñanza  y los regeneracionistas españoles.
Sorolla con su esposa Clotilde, pintando al natural.
 Sorolla estudió en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, donde ingresó con solo 15 años, allí, estudia el realismo francés y los  “macchiaioli” italianos;  en sus viajes a París entró en contacto con las versiones realistas del “luminismo”, el impresionismo y el postimpresionismo, que él integró a su manera, dentro de la particular estética renovadora del paisaje español de su tiempo.    Tras la fracasada Revolución del 68 y el desastre colonial, tanto los pensadores como los artistas contemporáneos de Sorolla buscaron una imagen nueva de país, alejada de la representación historicista de las glorias pasadas, y la encontraron en el puro paisaje, tanto en las regiones de la periferia peninsular como en la meseta central y de Castilla; en ésta particularmente se descubrió una estética geológica del suelo -según término de Giner- y un espiritualismo en línea con el gusto decadentista europeo. Para ellos, Castilla -sobria, austera y trascendente-  sería la imagen más auténtica de la nación.
Las Covachueleas.Toledo, 1906
 Inmerso en aquella cultura, y en contacto con gran parte de sus protagonistas, Sorolla dio nuevas versiones a los diversos paisajes españoles, profundizando en su nuevo sentido y significación, desde los de la Alhambra deshabitada a aquellos de los campos desolados y viejas ciudades castellanas, que descubrió en compañía de Aureliano de Beruete, magnífico pintor de paisaje e ilustre institucionista.

Hoy os comento una exposición de paisajes de Sorolla que vi el finde pasado en La Coruña, está  dedicada a estos paisajes que pintó Sorolla en su recorrido por España .Son  67 cuadros y se divide en cuatro apartados:

PRIMERO- MITOLOGÍA REGIONALISTA Y NATURALEZA
  • Después de formarse en Valencia, donde sus maestros lo animaron a pintar del natural, y tras sus años de estudio en Italia, Sorolla se estableció en Madrid, pero nunca dejó de pasar temporadas en Valencia, donde la temática de sus obras de juventud representa el interés por lo popular que fue característico del fin de siglo. Los pinceles de Sorolla se centran en su ciudad, en el puerto de Valencia, en sus playas, sus plazas y puentes y no olvidan el campo valenciano: la huerta, las alquerías y las barracas con su peculiar arquitectura popular.



Valencia.Puente del Real.1908
Segundo-Sorolla en verde y gris 

Paisaje de Guipuzcoa.1911
Paisaje de San Sebastian
  • Sorolla viajó durante muchos veranos al norte de España.
  •  En Asturias, (concretamente en  Muros del Nalón),   se unió a la colonia de paisajistas que había organizado el pintor asturiano Tomás García Sampedro siguiendo el modelo de la escuela francesa pintura al pleinair de Barbizon. Y con su familia pasaría muchos veranos en San Sebastián, Zarautz y Biarritz.En el norte, la luz más gris del Cantábrico y los verdes brillantes de los prados de Asturias dieron  a su pintura otras tonalidades.
  •  Algunas de las escenas son de la realidad cotidiana, de gran belleza plástica,  íntimas, momentos de quietud como en "Paisaje de San Sebastian"o de descanso, como en  " la siesta" donde el pintor capta el momento veraniego desde una perspectiva original, los verdes brillantes de la hierba soleada contrastan con las sombras más oscuras y las ropas blancas de la familia del artista que duerme o lee ajena a su mirada.
  • La Siesta.1911( detalle)

Tercero La invención de Castilla como emblema nacional


Sorolla recorrió Castilla en múltiples viajes y se unió a la fascinación por su paisaje que sintieron los escritores de la Generación del 98. Un paisaje inexplorado hasta entonces como tema en la pintura, pero que emocionaría a toda una generación de escritores y artistas con el descubrimiento de su carácter sublime y su poética del vacío.
Sorolla representa Castilla sin perder su natural sensibilidad para la captación de la luz y sin dejar de hacer "Sorollas".

 Pinta sus ciudades monumentales -Toledo, Ávila, Burgos-( magníficas sus  catedrales nevadas) y también su naturaleza, centrándose en las nubes y sus transformaciones, y en las luces cambiantes del cielo.Como en este magnífico "arcoiris"(mi favorito de esta exposición junto con "la siesta").En foto no se aprecia, pero en persona ver ese arco iris cruzando el cielo emociona

Sorolla.El Arcoiris.El Pardo 1907
 



La Alhambra.1909

CUARTO 
La “España blanca”  una versión moderna de la invención romántica 

Durante un rápido viaje en 1902 llega Sorolla por primera vez a Andalucía, a la que habría de volver muchas veces en los años sucesivos.

Alejándose del tópico todo lo posible, Sorolla busca la autenticidad de aquellas tierras. En Sevilla pinta sus jardines, pero  también los paisajes insólitos de sus zonas secas donde solo prosperan las chumberas; en Jerez, los inmensos viñedos que le ofrecen un puro espectáculo de color. Granada le impacta profundamente: a sus barrios, a su Sierra Nevada y a la Alhambra dedicó hasta 47 paisajes en tres viajes en 1909, 1910 y 1917, siempre a finales del otoño o en pleno invierno, siempre solitarias, melancólicas, con la hondura de una visión enteramente personal.

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Recomiendo pasar por la exposición y contemplar personalmente la luz que trasmiten estos cuadros más desconocidos de Sorolla. Si no es posible , pertenecen al Museo Sorolla, así que cuando estas maravillosas obras estén de vuelta en Madrid, podrán verse en la que fue casa del pintor en la calle General Martínez Campos, 37Web
http://museosorolla.mcu.es/Precio de la entrada: 3 €




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