El Sueño de Persio

“El sonido musical tiene acceso directo al alma. Inmediatamente encuentra en ella una resonancia porque el hombre lleva la música en sí mismo”.

Goethe

Hilos de colores cruzan el espacio, en un mapa soñado, todos los hilos confluyen en un único lugar, Asturias, y se sostienen desde ciudades dispersas por el mundo, aquellas desde donde se asoman día tras día seres que aman la música y el arte. Así es la instalación sonora que visito en la sala LAi, con uno de los artistas que la idearon,  Angel González.

¡Puedes entrar, si quieres!, y yo me meto dentro de la instalación, sigo al artista a través de los hilos encantada, mientras pienso que  a veces las personas están unidas por invisibles hilos que las acercan, aunque estén lejos, igual que  estas palabras que ahora escribo:  pueden ser recibidas por personas de otros países, a las que no conozco, pero a las que de alguna manera me siento unida. Mi sueño sería que  a través de Internet, se construyan puentes de unión entre nuestras  mentes, romper las barreras espacio-tiempo acercando las exposiciones de aquí a aquellos que físicamente no las puedan visitar, llenar, aunque solo sea virtualmente, de personas las galerías y salas que visito.

Esta  instalación de Ángel y Eugenia parte de una idea muy hermosa: dibujar un mapa uniendo los puntos geográficos desde donde se conectaron los internautas  con la página web de su grupo musical Mind Revolution, tejiendo una red entre ellos y a partir de la imagen que surgiese, componer una pieza musical. No sabía yo que existía la posibilidad de convertir las imágenes digitales en música, me cuenta Angel que fue en los años 70 Iannis Xenakis quien creó un sistema informático que permite crear música electro-acústica por medio de la conversión digital de dibujos. La imagen que surgió, al principio era un triángulo, luego evolucionó en un pájaro para finalmente ser una red, como enorme tela de araña tejida de amistad y de amor por la música.

La exposición se llama “el sueño de Persio”, pues fue Persio, uno de los personajes que viajaban en la nave imaginaria que  Cortázar inventa en “el libro de los premios”, el personaje filósofo quien para superar las barreras del tiempo y el espacio, dibujaba mapas esperando trazar con ellos el dibujo definitivo surgido de la malla del azar.

Junto con los hilos de colores .La instalación representa también letras, que son las iniciales de las ciudades conectadas

Finalmente, la música que surgió de la imagen, es envolvente, cálida, como los latidos de un corazón, de todos aquellos corazones que formaron parte, aún sin saberlo del proyecto.

Un placer y un privilegio haber visitado y conocido este proyecto, original e interesante.