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miércoles, 27 de septiembre de 2017

El lenguaje de las cosas


“Nunca tantas personas hemos poseído tantas cosas como ahora,aún cuando hagamos cada vez menos uso de ellas.Los hogares en los que pasamos tan poco tiempo, están repletos de objetos: tenemos un televisor de plasma en cada habitación, sustituyendo a los aparatos de rayos catódicos de hace  sólo cinco años; nuestros armarios están repletos de sábanas…apilamos montones de pares de zapatos en  nuestros armarios; tenemos estanterías de discos compactos y cuartos llenos de videoconsolas y ordenadores; surtimos nuestros jardines de carretillas y todo tipo de aperos; poseemos aparatos de gimnasia en los que nunca hacemos ejercicio, mesas de comedor en  las que nunca nos sentamos a comer y hornos de triple función en los que nunca cocinamos…son nuestros juguetes: aspiramos a ellos con ánimo infantil y su posesión nos consuela del permanente esfuerzo que supone obtener los ingresos necesarios para adquirirlos.Los integrantes de la clase media llenamos nuestras cocinas de electrodomésticos, y , mientras los compramos, soñamos con la felicidad doméstica que supuestamente van a proporcionarnos…adquirimos una nueva cocina de acero inoxidable con la coartada del altruismo: no nos  estamos concediendo un capricho, sino invirtiendo en nuestras familias.Y nuestros niños tienen juguetes de verdad: cajas y cajas de juguetes que, sin embargo, desechan en cuestión de días…Además de aumentar en número, nuestras posesiones han ganado volumen…los fabricantes no tienen otra alternativa que convencernos de que sustituyamos los antiguos equipos por un nuevo modelo.A veces se trata de una versión a escala reducida, pero es preferible para el fabricante que sea más grande, y por tanto mejor , que los diseños anteriores.El resultado es que las pantallas de televisión han pasado de 28 a 60 pulgadas, los hornos se han convertido en fogones de mesón y los frigoríficos en mastodónticos armarios. Somos una generación nacida para consumir…algunos acampan en la puerta de las tiendas Apple para ser los primeros en comprar un iPhone…sobre la procedencia o el pedigrí de las marcas se ha desarrollado una babeante pornografía que convierte en fetiches las gafas de sol, las estilográficas, los zapatos, las bicicletas…Ni siquiera el retorno de la venta de indulgencias-una práctica abandonada por la Iglesia y resucitada ahora como un canon compensatorio por las emisiones de dióxido de carbono-ha conseguido disuadirnos de cambiar nuestros teléfonos móviles cada seis meses…más que reprimir nuestros deseos primarios, nuestra cultura material parece interesada en satisfacerlos ”.
Con estas contundentes palabras comienza el libro de Deyan Sudjic, director del Design Museum de Londres, “el lenguaje de las cosas”, un lúcido ensayo sobre el papel de los objetos en nuestras vidas, la influencia del diseño de los mismos en cuanto a  capacidad de seducción y manipulación de nuestros deseos, las relaciones entre el diseño y los arquetipos, la evolución del concepto de lujo y la industria que mueve sus resortes.


Tulipanes. Jeff Koons
 El libro desentraña de forma amena e inteligente las relaciones entre el  diseño y  la industria de la moda y explica de forma magistral las confusas fronteras entre el diseño y el arte contemporáneo. Su lectura,amena e interesante cuenta también  la historia de objetos que fueron un hito histórico ( la botella de coca-cola , el Ford –T, las máquinas Olivetti o Valentine, la lámpara Anglepoise, los billetes de banco,la silla Wassily de Marcel Brauer o la Red Blue de Reitveld y muchos otros ), así como nos explica las claves del éxito de nombres imprescindibles en la materia que tratamos como Terence Conran,Mies Van der Rohe, Warhol, Hirst, Armani, Prada, Hoffmann,Jeff Koons.


Silla Wassily.Marcel Brauer





 Pero ante todo, recomiendo el libro porque nos  invita a una reflexión seria y pausada sobre hacia donde va nuestra sociedad de consumo,su lectura  nos da claves para  posicionarnos frente a la los cantos de sirena de nuestra sociedad materialista  basada en la imagen y la publicidad, nos proporciona  las herramientas intelectuales necesarias para abrir los ojos  ante  la espiral  de consumo  compulsivo de objetos inútiles en la que inconscientemente a diario nos vemos inmersos. En suma,es  una lectura que recomiendo a todos aquellos que se sientan hastiados de la felicidad efímera que proporcionan las cosas inútiles.
El Lenguaje de las cosas.Deyan Sudyjic.Turner Publicaciones.2009.

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