Visito cada exposición como quien inicia un viaje. No sé a dónde me llevará, pero siempre espero encontrar algo que me haga sentir, reflexionar, vibrar.
Cuando una Galería de Arte se cierra, algo en mi interior queda huérfano.Hoy traigo a la memoria recuerdos de una Galería para mi muy especial,recojo las palabras que le dediqué en la primera entrada de mi desaparecido blog " el arte y las palabras".
Entro en la galería Vértice. Siempre la misma sensación ilusionada al escuchar el ruido de la puerta de cristal deslizarse suavemente. Luego el placer inmenso de adentrarse en este oasis de paz, de silencio, la elegancia del espacio. La “familia Vértice”, anda un poco atareada estos días, pronto viajarán a Madridfoto, llevarán los últimos trabajos de Íñigo Calles, Soledad Córdoba, Rafael Navarro y Luis Veloso. Aún recuerdo el entusiasmo de Luis Hernando, hablándome del éxito de Veloso de cómo era todo el proceso técnico que daba lugar al extraordinario resultado final de cada fotografía o comentando conmigo la foto de Soledad Córdoba que a ambos nos encanta,
en ella se ven unas arañas que se escapan de un jarrón de cristal para trepar por el cuerpo dormido de Soledad,comentamos la delicada transparencia del cristal, la luz que emana del cuerpo de la mujer dormida, la livianidad de las arañas, repulsivas y bellas a un tiempo…
No me parece Luis Hernando un “galerista-empresario” al uso, se nota que él cree en cada artista, en la obra que expone , cuando hablamos , me trasmite amor por el arte. Son 20 años al frente de la galería, toda una vida. La exposición colectiva actual, “V20”, ocupa todas las salas . Más de cien obras, de todas las disciplinas, extraordinarias. Jordi Alcaraz, Melquíades Álvarez, Elías Benavides, Soledad Córdoba, Marta Fermín, Kely, Mojardín, Max Neumann… y tantos otros artistas excepcionales. Merece la pena ir unas cuantas veces y recrearse deteniéndonos y admirando sosegadamente lo expuesto.
Esta vez me detengo recreándome en unas obras de Jordi Alcaraz, este artista siempre ha llamado mi atención,nos da una visión diferente del espacio y del del tiempo,a veces son los reflejos de un espejo,otras las sombras proyectadas de sus cuadros -escultura,siempre poesía visual,guiños al espectador que participa desde el otro lado del mundo que Jordi Alcaraz propone.
Me autorretrato frente a un cuadro-espejo, unas hendiduras, como disparos de balas imaginarias, me invitan a meterme en el juego de imágenes,
me sitúo así integrándome en la obra de arte , que cada uno de nosotros hacemos diferente, que nuestra mirada transforma. El viaje concluye. Estoy feliz. Me despido de la familia Vértice, hasta muy pronto.
Sinceramente, creo que desde que Luis se hizo cargo de la dirección Vértice nos enseñó un modo diferente de mostrar el arte en Asturias. Un saludo Pedro.
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