Los días se parecen a los pájaros
—vienen y luego van— y siempre dejan
una herida de luz
Miguel Florián
Rascacielos, ruido, prisa, niebla, lluvia, un día cualquiera en una ciudad-cualquiera. Cientos de personas caminan como autómatas, solitarios en medio de tanta gente, anónimos prisioneros de sus grises vidas, el alma muerta. Solo los pájaros parecen poder volar más allá. Escucho acordes de aquella canción triste “Los pájaros agitando sus alas viven a espaldas de cualquier sociedad”.
¿ Es posible encontrar en medio del caos espacios de libertad?
Yo creo que sí, solo necesitamos prestar atención, buscar espacios donde expresar libremente sentimientos, emociones, pasiones. Aún en medio de la confusión hay espacios en el alma para la armonía, el equilibrio, la belleza, la alegría. Todos tenemos alas enormes, rojas, vitales, esperando a ser desplegadas, esperando a ayudarnos a emprender el vuelo.
Si queremos volver a aprender a volar, hay que recordar los niños un día fuimos, los niños que nunca debimos dejar de ser. Porque, de niños llevábamos siempre las alas abiertas, -alas de mariposa-, cada día reíamos, soñábamos despiertos, contábamos mil historias. De niños queríamos a las personas por cómo eran, no por lo que eran. De niños saboreábamos el presente y teníamos ganas de aprenderlo todo. De niños estábamos abiertos a la esperanza, creíamos en Dios.
Estas reflexiones iba haciendo mientras estaba en la exposición de Rocío Pinín Tolivia. Solo tres colores, gris, negro, rojo, no hace falta más. Y como hilo de Ariadna que nos guía en el laberinto de imágenes oníricas, bandadas de pájaros negros. Pájaros negros que vuelan más allá de los cuadros, para posarse en la blanca pared lateral de la sala, donde la artista también ha pintado decenas de pájaros, me parecen amenazadores, me acuerdo al verlos de los de aquella película de Alfred Hitchcock.
Miro la imagen que la artista llama “mis pájaros”, en ella, una mujer parece suplicar a las aves que vuelvan, parece gritarles que se detengan, parece decirles que ella quiere volar, que su espalda desnuda necesita alas de pájaro…
Es inútil, los pájaros se alejan.
Ella aún no sabe que no necesita alas prestadas, que ya las tenemos, solo hay que recuperarlas.
Sobre la exposición y la autora
Me dice Jaime Rodríguez, el comisario de la exposición, (un artista sorprendente, polifacético y muy original del que pronto escribiré ) que en la Galería Texu “siempre existen dos exposiciones individuales, técnicamente muy distintas a la vez, pero con un hilo conceptual como motor selectivo. En este caso, el de Rocío Pinín y Javier Valles, el concepto y el objetivo era transmitir la fragilidad y la delicadeza emocional a través de dos artistas que trabajan con diferentes elementos”.
Objetivo que yo creo que está conseguido plenamente. Rocío transmite a través de sus composiciones sentimientos universales, sus imágenes son como poesías. Hay en sus trabajos delicadeza emocional , sin duda, delicadeza que Rocío canaliza con esta exposición-homenaje al cantante asturiano Tino Casal, en concreto, es su canción “los pájaros” del LP “Etiqueta Negra” (1983), la que sirve de hilo conductor de esta serie de cinco grabados y del video montaje. Los otros dos grabados, que no mencioné nos dan más claves:
Un retrato del cantante que llama “pájaros en la cabeza”
Y un grabado que ella llama “miel en mi nevera”,
Lo encuentro muy surrealista.El video montaje (que pude ver después de muchas dificultades, acabé subida a una escalera intentando arreglar un reproductor SAMSUMG, que no leía bien el CD), es la letra de la canción con imágenes superpuestas, estas cinco que os comento y otras mucho más lúgubres, en negro exclusivamente, pero muy poéticas. La canción es bastante ácida y pesimista para ser de este cantante.
Yo siempre identificaba a Tino Casal con, ritmo, “marcha”, tecno pop, de adolescente bailé muchas veces su canción “Embrujada”, por eso me sorprendió que Rocío haya elegido esta otra canción mucho más desconocida y ¡nada bailable!, pero tal vez fuese precisamente por la letra y no por la música.
Después de escribir ésto, tuve el privilegio de que la propia Rocío me explicase el por qué de este homenaje a Tino Casal.
A la contra |
la casa de los besos |
Rocío es Técnico Superior en Artes Plásticas y Diseño, especializada en Grabado y Técnicas de Estampación. Es la diseñadora de la portada y el logotipo de la Biblioteca M ª Josefa Canellada. También son suyas las ilustraciones del libro “Lías. Aprendiz de contador d`histories
Ha hecho carteles para lecturas dramatizadas, para la red de Bibliotecas de Gijón, para la Escuela de Teatro, también ha diseñado diversos logotipos y colabora en revistas, en la radio y en páginas web.
Desde el 2001 ha participado en numerosas exposiciones tanto individuales, como colectivas. Me han encantado sus proyectos " a la contra"," la casa de los besos", "a solas", su serie sobre Frida Khalo, su flor acción, y esta imagen tan evocadora..."no puedo borrar tu dolor, pero abrazarte sí, y amarte, visitarte, admirarte"... invita a una doble lectura, porque la sutileza en que están colocadas las letras nos descubre tras cada frase la palabra arte , el arte que cobra vida en la obra de Rocío...
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